lunes, 14 de enero de 2013

¿Miedo o susto?



Si bien las dos palabras suenan a algo en común, en psicología es importante marcar que señalan dos cuestiones diferentes.

  Tener un susto, o asustarse, tiene que ver con una reacción del momento ante un estímulo determinado e inesperado.  Si por ejemplo, voy caminando por la calle y aparece un alacrán, mi reacción lógica de susto será pegar un salto, lanzar un grito o cualquier reacción de activación para evitar el peligro.

A partir de ese momento, cada vez que camine por esa calle, o por ese barrio, me preguntaré en que momento saldrá un alacrán nuevamente, situándome en un futuro (hipotético), y generando un estado emocional de miedo.  Este estado se desprende de mis pensamientos, que además suelen ser más terribles en la fantasía que en la realidad (así que probablemente el alacrán que imagine será el doble de tamaño y tendrá animosidad especialmente contra mi).

Lo que al artista suele ocurrirle antes de una presentación en público, pertenece mucho más al estado emocional de "miedo", seguramente fantaseando con todo aquello que podrá ocurrirle (olvidarse la letra, quedarse afónico, no gustar,etc).  Por eso es importante, cuando decide tratarse, que pueda registrar que tipos de pensamientos tuvo momentos antes de sentirse con miedo, ya que a partir de ahí se comienza a desactivar este mecanismo.  Además hay entrenamiento en técnicas de relajación, respiración, y visualización para poder controlar los síntomas que puedan condicionar la performance.

Recordemos entonces, el susto es un mecanismo de defensa espontáneo y que puede ser de utilidad para evitar un peligro (oigo un bocinazo, me corro).  El miedo en cambio es generado por la mente y se ubica mucho más en el pasado y en el futuro (anticipación).

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