jueves, 29 de mayo de 2008

Ser o llegar a ser

Cuando me puse a pensar (José Martí)
Cuando me puse a pensar
La razón me dio a elegir
Entre ser quien soy, o ir
El ser ajeno a emprestar,
Mas me dije: si el copiar
Fuera ley, no nacería
Hombre alguno, pues haría
Lo que antes de él se ha hecho:
Y dije, llamando al pecho,
¡Sé quien eres, alma mía!?


Cuando los actores consultan por sus temores al fracaso, o manifiestan su inseguridad ante un casting, o posibilidad de trabajo, muchas veces hay un tema en común y aprovecharé esta ocasión para tratar de dar un poco de luz.

Cuando en la percepción de uno mismo como “ser” hay una distancia muy grande, a veces abismal con lo que “quiero llegar a ser”, el surgimiento del temor, la tensión, la exigencia y la frustración parecen ser una respuesta lógica. Soy este, pero quiero ser ese. Sin duda que no puede haber goce en esta sensación de no coincidencia entre lo que deseo, y lo que en definitiva soy.

Hablando más claramente, el poner un ideal muy lejano a nuestra realidad, puede ser contraproducente. Esto no quiere decir que uno no se ponga aspiraciones u objetivos, pero siempre apoyándose en lo que uno es, y no en ser otro.

En el ámbito de la actuación, es habitual ver “lugares comunes” en la forma de actuar, porque muchos quieren parecerse a unos pocos. Lejos de traer beneficios, este querer ser otro nos impide desarrollar la impronta personal, aquellas características que nos hacen únicos e irrepetibles. Así, si Darín hubiera querido ser Alcón, nos perdíamos a Darín. Si Peretti hubiera querido ser Alcón, nos perdíamos a Peretti. Si vos querés ser como otro, nos perdemos la oportunidad de ver tu huella digital, tu valor personal.

Observar, comparar, copiar gestos, técnicas, no está mal, mientras uno sepa que ese camino es para desarrolarse y ser distinto a los demás. Porque queramos o no, somos distintos a los demás, y mientras antes lo entendemos, antes lo aprovechamos.

Por último, al charlar con productores y directores de casting, puedo confirmarles que su búsqueda es de actores que valgan por si mismo, y no por parecerse a otros, porque para copias es mejor quedarse con el original.

Así que actores, cada uno con su estilo, su esencia, su identidad, y lo demás es confiar.