martes, 28 de julio de 2009

El actor es sólo una parte.

El actor es sólo una parte de un todo. Ese todo es mucho más que él. Y a su vez sin él ese todo no sería el mismo.

Además de este pequeño juego de palabras, la idea de que el actor esta inmerso en un sistema mucho más amplio que su individualidad, sistema en el cual podríamos encontrar guionistas, directores, iluminadores, maquilladores, escenógrafos, camarógrafos, editores, musicalizadores, otros actores, etc. es una idea liberadora para aquellos que sienten toda la responsabilidad de un resultado sobre los hombros de su desempeño.

Para los egos inflados seguramente esta idea no es muy amigable, ya que les encanta (o necesitan) ser permanentemente reafirmados en ese lugar de excentricidad.

Pero volviendo al tema (otro día tocamos el ego y sus consecuencias), es importante que el actor se reconozca parte de un engranaje, no para esquivar su responsabilidad, que la tiene, sino para generar conciencia de sus limitaciones, que también las tiene.

Un purista podría decir que hay buenos y malos actores, pero desde mi lugar de psicólogo (y de actor también) prefiero pensar que hay buenas y malas actuaciones. Y que ellas dependen de una multiplicidad de factores, humanos, tecnológicos, y otros más dificiles de clasificar.

Lo que en el consultorio intentamos es quitar esa presión extra que suele generarse en un medio exitista que suele buscar culpables en los fracasos y héroes en los éxitos, obviando en el análisis esta cadena de aportes que incluye a tantos otros.

Entendiendo el lugar (realista) que ocupa, el actor puede relajarse, ser más creativo, estar más atento al compañero, al contexto y expresar su talento.

viernes, 6 de febrero de 2009

¿Por qué se insiste con la relajación?

No es moda; no es New age ni otras corrientes; no es costumbre. La aplicación de técnicas de relajación en artistas o deportistas está relacionada con un mejor rendimiento y su explicación es breve y fácil de comprender.

Cuando respiramos, el aire de los pulmones se renueva constantemente. Hay un proceso de intercambio de gases, por eso el aire exhalado tiene menos oxígeno y más dioxido de carbono que el inhalado.

El cerebro es el mayor consumidor de oxígeno, luego el corazón, los músculos, etc.

Cuando alguien está tenso, ese intercambio es menor, por lo tanto hay más dióxido de carbono y menos oxígeno, lo cual disminuye lucidez mental, reflejos, atención, concentración.

A la inversa, cuando uno está relajado, el intercambio es mayor, y aumentan las propiedades antes mencionadas.

Si bien hay explicaciones más detalladas, con ésta es fácil comprender por qué los psicólogos utilizamos tanto técnicas de relajación, y por qué son tan bien recibidas por quienes buscan un mejor rendimiento en su actividad, y una mayor calidad de vida en general.

viernes, 9 de enero de 2009

Feliz 2009

Que tengan un 2009 con mucho laburo, arte y salud.

El consultorio sigue abierto durante el verano, y en marzo se reabren los grupos de reflexión y de terapia grupal.

Que sigan los éxitos.