sábado, 9 de abril de 2011

Fobia (o miedo irracional)

Hoy en día se mezclan en el lenguaje cotidiano, términos que antes estaban restringidos a los profesionales de la salud. Hoy vamos a hablar de la “Fobia”, y diferenciar básicamente que es, y qué no es.

Se denomina fobia a una reacción desmesurada, exagerada, irracional, frente a un objeto, persona o situación.

Las fobias simples o específicas, se llaman así justamente porque la reacción que causan está bien definida o acotada a este objeto, persona o situación.

Las más popularmente conocidas son la claustrofobia (miedo a lugares cerrados), aracnofobia (a las arañas), aerofobia (a volar), emetofobia (a vomitar), brontofobia (a truenos, relámpagos, y factores climáticos), belonefobia (a las agujas) y la lista continúa.

Las reacciones suelen ser de mucha ansiedad, de un sufrimiento intenso, por ende no es lo mismo que pase una cucaracha y me de asco y no quiera pisarla (no es fobia), a que pase una cucaracha y comience a temblarme el cuerpo, bajarme o subirme la presión, sentir taquicardia, o huir despavoridamente del lugar (esto sí, es fobia).

Uno de los criterios de diagnóstico de la fobia está referido a que la persona sabe, está consciente de lo irracional que es este miedo, pero no puede evitarlo.

También se refiere a que este miedo interfiera con nuestras actividades laborales, académicas, sociales, familiares. El comenzar a evitar estos ámbitos para reducir las posibilidades de enfrentar al factor que produce la fobia, provocará un deterioro concreto en alguno o en todos estos ámbitos.

Si alguien sufre una situación similar una o dos veces, o una vez cada tanto, tampoco podemos diagnosticarlo como fobia. Se necesita un tiempo de permanencia o recurrencia de unos 6 meses en adelante, si bien los manuales están hechos en base a estadísticas y no representan un plazo exacto.

Como suelo decir al pie de mis notas, tranquilos, hay una buena noticia y es que la fobia tiene tratamiento, generalmente con resultados favorables. Lo curioso es que muchas personas suelen quejarse mucho de su fobia, pero tratarlas poco. Sola, dificilmente se vaya. Tomando cartas en el asunto, haciendo las terapias recomendadas, y siendo constante en algunas indicaciones, este problema que suele ser tan disfuncional puede reducirse a una molestia totalmente manejable, e incluso desaparecer.

En el próximo artículo, estrategias de intervención para tratar la fobia.

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